martes, 22 de marzo de 2011

música fúnebre

Esperando micro, esperando metro...
La gente apurada, extasiada por alcanzar ese elixir de lo mundano. Me hago a un lado, no deseo romper con su monotonía, decido esperar la siguiente, pero como sabran, la historia se repite. Ya casi no me importa, ya casi no me importa nada.
Otro vagón repleto, que más da.
Intuía que no debía despertar, siempre cuando por las noches intento dormir imagino un sueño eterno, profundo, somnifero. De ahí quizás que ya al despertar me sienta abatido.

domingo, 20 de marzo de 2011

¿pero de que hablo?

De nuevo comienzo con lo mismo, me sorprendo cuando me oigo hablar. Te invento, te he inventado toda mi vida. Que me has desgarrado el corazón, lo felices que creí que éramos. ¿Pero de que hablo? Continuo, el alcohol ingerido no es excusa de lo que acaso creo decir. Digo que me has dejado, que me siento completamente abatido y con la moral por el suelo ¿pero de que hablo? Ni siquiera te conozco y aún así hablo de ti, de nuestra relación, donde pareciera ser todo una felicidad circunstancial pero a la vez infinita, un resplandor de bienestar que nubla mi sano juicio. Te busco, conciente e inconscientemente estoy pensando tan sólo en ti. Te anhelo ¿pero de que hablo?

Intuyo que tu estela de vida, imaginaria, es el fruto de mi final suspiro, eres el último estertor de mi vida, me aferro a la idea de tenerte. Solo quiero que caminemos por ese parque tomados de las manos. Intuyo que no es mucho pedir

Y sigo recorriendo bares, emborrachándome, enloquecido con mi ensombrecida soledad, todos los lugares que visito me parecen lejanos, extraños, poco amables.

Eres el ancla que aún me mantiene aferrado al día a día.

lunes, 7 de marzo de 2011




Hay noches que me siento desfallecer. Momentos en los cuales nubes de acérrimo pesimismo me embargan y confunden. Pensando más de la cuenta, frustrándome por cuestiones innecesarias, dándome cuenta que las certezas en mi pequeña vida no existen, preguntándome hasta que punto llegara ese desdén por lo que soy.


Apago la luz, espero un nuevo día. He leído por ahí que nunca es tarde para volver a comenzar…