Te comienzo a amar, curioso, pues no nos hemos visto. Curioso, pero te amo.
Te imagino, con esos pulcros anteojos negros que me enloquecen cuando reflejan tu mirada pueril. Y ya lo sé, sueno algo loco, sí , loco de amor por ti. Pienso que sería bello caminar juntos, por cualquier lugar, el sólo hecho de tomarte de la mano me haría fantasear y pensar que estaría en el mejor lugar del mundo.
Te vivo buscando, en esa chica del metro, o en la vendedora de la tienda de ropa. Imagino tu nombre y alucino que es igual de bello que tu sonrisa; Julieta o Sofía, no lo sé. Hoy tan solo eres tú.
Sólo se me ocurre que nos perdámonos en el infinito, donde derroquemos las concepciones tradicionales y vivamos con ahínco el mundo absurdo que habitamos.
Vivamos.
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